SANCHINARRO, Miguel Ángel
Su cara le es familiar a muchos vecinos de Sanchinarro y sus alrededores. Algo comprensible teniendo en cuenta que Miguel Ángel Ortega García, de 46 años, dirige desde 2021 la Biblioteca María Lejárraga situada en el Centro Cultural del mencionado barrio. Vecino de Valdebebas ya era asiduo de Sanchinarro antes de que se convirtiera en su lugar de trabajo.
– “Vine a trabajar a la Biblioteca María Lejárraga situada dentro del Centro Cultural de Sanchinarro el 29 de octubre del año 2021. Venía de haber trabajado en la Biblioteca de la Elipa, y recuerdo que todavía estábamos recuperándonos del shock que supuso la pandemia de Covid-19, aún llevábamos mascarillas en el trabajo, por ejemplo. Yo ya conocía la biblioteca como usuario, porque está cerca de mi casa”.
– Después de casi tres años al frente de la biblioteca, ¿qué es lo más gratificantes de trabajar en la biblioteca?
– “Para mí lo más gratificante es el trato con los compañeros y con los usuarios. Tenemos muchísimos usuarios infantiles, de hecho, somos la biblioteca de toda la Comunidad de Madrid que más préstamos infantiles realiza, con lo que probablemente también lo seamos de España. Trabajando en la Biblioteca te das cuenta de lo mucho que les gusta leer a los niños, como miran a sus padres cuando les están leyendo un cuento en las mesas de la sala infantil, y lo mucho que disfrutan esos momentos junto a ellos, es muy bonito. También les encanta coger películas y revistas, ya que no solo prestamos libros en la Biblioteca”.
– ¿Cómo es el adulto lector de Sanchinarro?
– “La comunidad de personas adultas también es muy activa en Sanchinarro y hacen mucho uso de la Biblioteca. En ese sentido nos vemos muy beneficiados por la presencia del Centro Cultural de Sanchinarro que actúa como un gran foco de atracción cultural en el barrio y en las zonas adyacentes que no cuentan todavía con estos servicios, vienen a hacer uso de la Biblioteca muchas personas que están inscritas en las numerosas actividades que ofrece el Centro- También somos una de las Bibliotecas que más préstamos realiza para público adulto en la Comunidad de Madrid”.
– El que le conoce le define como una persona muy cercana que se deja la piel buscando actividades para que la biblioteca sea también un punto de encuentro. ¿Eso viene desde arriba o es marca de la casa?
– “No sé quién ha podido definirme así, pero la verdad que es un orgullo que alguien me vea de esa manera. Sí que es verdad que soy una persona que está abierta a todo tipo de sugerencias culturales que realicen todos aquellos que quieran acudir a nuestra Biblioteca a realizar presentaciones de libros, cuentacuentos, talleres u otro tipo de actividades culturales. Yo estoy muy agradecido a ellos ya que son los que le dan un plus a la vida cultural de la Biblioteca”.
– ¿Qué es lo que más le gusta de Sanchinarro y cómo lo ve respecto a Valdebebas en donde vive?
– “Del barrio me gusta que es una zona muy tranquila, pero bien organizada y está cerca del centro de Madrid. Yo vivo en Valdebebas que está al lado de Sanchinarro, y son zonas muy parecidas, quizás Valdebebas todavía no está tan consolidado como Sanchinarro, por la diferencia de años de existencia, pero hay numerosos comercios, tenemos una zona verde maravillosa (el Parque Forestal de Valdebebas – Felipe VI), es verdad que aún faltan algunos servicios importantes para los vecinos, pero esperemos que en los próximos años ya contemos definitivamente con ellos. Para mí son dos barrios estupendos para vivir, pero claro, como todo, eso va en gustos”.
LAS TABLAS, Antonio Pablo
Si hay algo que adora este vecino de Las Tablas es a sus hijos Hugo de 4 años y Martina de 2. Antonio Pablo Mérida, director financiero de una empresa del entorno ferroviario, vino a vivir al barrio en 2012.
– ¿Por qué escogiste este barrio para vivir?
– “Mi empresa estaba ubicada en el norte de Madrid y conocía el barrio porque mi hermano ya vivía aquí, así que me vine yo solo a vivir de alquiler. Es una ubicación fantástica para desplazarte al trabajo, porque siempre vas en dirección contraria al tráfico denso de la M30. Cuando ya no eres tan joven no necesitas vivir en el centro de Madrid y es un barrio tranquilo. Además siempre he hecho mucho deporte y aquí hay varios gimnasios cerca y el carril ciclista está muy bien para salir o correr o como punto de partida para salir en bici. ¡Además desde hace unos años también tenemos el club de pádel! Más adelante vino conmigo mi pareja, compramos piso en el barrio y llegaron los niños”.
– ¿Cómo ha visto la evolución del barrio desde entonces?
– “Cuando llegué todavía quedaban locales comerciales de obra, vacíos, y poco a poco han ido abriendo negocios en todos. Ya van quedando menos. Siguen siendo servicios, la mayoría hostelería. Hace poco han abierto un centro de salud, que era una carencia importante. Pero lo que más ha cambiado del barrio ha sido su gente, los matrimonios jóvenes han ido cumpliendo años. Se nota sobre todo en los chavales. Antes todo eran carritos de bebé, que sigue habiendo, pero ahora hay mucho chaval de 12-14 años”.
– ¿Que es lo que más le gusta de él y lo que menos?
– “Lo que más dos cosas: una la ubicación como ya he comentado; y la otra, el perfil de su gente: un ambiente familiar y sano. Lo que menos, no tiene una zona comercial en la que pasear, a veces sus calles son demasiado tranquilas”.
– ¿Qué tres cosas echas en falta?
– “Como es un barrio relativamente nuevo, faltan cosas. Es algo comprensible hasta cierto punto, porque pasan los años y siguen faltando. Cualquier pueblo con la población de Las Tablas tendría un polideportivo con piscina cubierta y una biblioteca. En Las Tablas no hay. Tampoco hay una comisaría. Ni tampoco un parque con una explanada de césped para los críos. En otras zonas de Madrid donde la población es más envejecida sí que hay estas instalaciones. También echo en falta una ludoteca, que no hay, ni pública ni privada”.
– Padre de hijos pequeños, ¿está adaptado el barrio y el ocio a sus edades?
– “Sí y no. Sí por la propia configuración de los edificios, que permiten que los niños estén en la urbanización, que suele tener jardín, columpios y piscina. No porque lo que hay en el barrio son parques pequeños, sin sombras. Si quieres una explanada con césped coge el coche y vete a otro barrio con los peques a un parque de verdad”.
– ¿Cómo te gustaría ver el barrio dentro de unos años?
– “Con más negocios y más vidilla por las calles. Espero que la construcción de la zona Castellana Norte aporte algo positivo para el barrio, al tener más cosas cerca y mejores comunicaciones. Pero la verdad, lo veo muy lejano”.
MONTECARMELO, Jorge
Si de algo puede presumir Jorge Melgar Álvarez es de haber vivido toda su vida en Montecarmelo. Un barrio que ha crecido a un ritmo mucho más lento que él, como dicen sus padres, que a sus 18 años comienza en septiembre a estudiar el grado de Estadística Aplicada en la Complutense
– ¿A qué edad viniste a Montecarmelo?
– “Llevo aquí toda mi vida en este barrio. Mis padres ya vivían en Montecarmelo cuando yo nací”.
– ¿Cuál es el primer recuerdo que guardas del barrio?
– “Los primeros recuerdos que tengo de Montecarmelo probablemente sean las tardes de diversión que tuve en los parques cercanos al colegio en los cuales pasábamos horas con los amigos jugando. No había muchas cosas pero parques sí teníamos donde pasar las horas. Eso sí en verano era más complicado por la falta de sombras en ellos”.
– En esa época sólo había el CEIP Infanta Leonor, ¿Estudiaste en él?
– “Sí. De mi época en el Infanta Leonor lo que más recuerdo son los amigos que hice durante esos años, que actualmente siguen siendo mis amigos más cercanos. También tengo un recuerdo muy bueno de los profesores de allí, ya que nos ayudaron mucho a crecer académicamente y como personas. Ver crecer el colegio al mismo tiempo que creces tú también ha sido muy gratificante”.
– ¿Qué es lo que más te gusta del barrio y lo que menos?
– “Lo que más me gusta del barrio es que es muy tranquilo. Hay gente que dice que está mal comunicado pero yo creo que no, tenemos autobuses, tenemos Metro, tenemos Cercanías. Otro aspecto que me gusta mucho es que Montecarmelo está muy cerca de la naturaleza y de El Pardo. Nosotros que siempre hemos tenido perro me encanta este aspecto. Lo que menos me gusta del barrio obviamente es la poca oferta de ocio que hay para los jóvenes”.
– ¿Digamos que la juventud es la gran olvidada en Montecarmelo?
– “Para mí sí. Siendo sincero, las ofertas de ocio para la juventud son casi inexistentes. Te tienes que ir fuera del barrio. Aquí como mucho tomarte algo en alguna terraza o algo de comida rápida. Si te gusta el deporte puedes aprovechar el carril ciclista y poco más. Es una pena la verdad”.
– ¿Qué cosas pondrías tú?
– “¿A ese respecto? Pues un poco de todo. Más sitios gratuitos para hacer deporte, cines, recreativos… planes para jóvenes. Ahora están construyendo la esperada Biblioteca, pero por ejemplo el polideportivo lo han anunciado varias veces y aún no llega. Por lo menos ya hay Instituto, porque yo tuve que salir de Montecarmelo para estudiar la ESO y Bachillerato, por ejemplo”.
– ¿Te gustaría el día de mañana vivir en Montecarmelo?
– “¡Ojalá! Claro que me gustaría”.