A sus 43 años, Almudena Martorell Cafranga gestiona la Fundación A la Par, situada en Montecarmelo, con una visión avanzada, pionera, en el sector fundacional o de las ONG-s. Cabe recordar que se trata de una entidad que genera sus recursos propios, se «autofinancia» en gran parte de su presupuesto, hecho diferencial que solo se ha hace posible con una forma de entender el tercer sector como tractor e impulsor de la transformación social.
– ¿Cuál es el objetivo principal de la Fundación?
– “La Fundación trabaja por las personas con discapacidad intelectual; por sus derechos y por su participación plena en la sociedad. Este es nuestro propósito y el motivo por el que nos levantamos cada día. Aspiramos a que cada persona con discapacidad intelectual que se forma, trabaja o disfruta de nuestros servicios consiga una vida plena, y para ello intentamos diseñar todos los apoyos y servicios para derribar las barreras existentes”.
– Después de tantos años de historia, ¿qué cree que ha aportado la fundación a la discapacidad?
– “Una de las singularidades de la Fundación es que es plenamente inclusiva; es decir, trabajamos personas con y sin discapacidad intelectual. El hecho de convivir y trabajar en el día a día nos da pistas sobre las dificultades, límites y objetivos sobre los que tenemos que seguir trabajando. En este sentido, creemos que hemos dado respuesta a necesidades reales centradas en la formación, el empleo, el apoyo psicosocial, la justicia y el ocio y la vida independiente. Sin haber trabajado con ellos, esto no sería posible”.
– ¿Qué actividades se desarrollan en la Fundación?
– “La Fundación ofrece todo tipo de recursos y servicios para personas con discapacidad intelectual; formativos, de empleo, apoyo psicosocial y ocio y vida independiente. Además, tenemos otra serie de actividades y servicios tanto para particulares como empresas que pueden visitarnos y disfrutar de la Fundación: el Club Fuencarral – A LA PAR (pádel y tenis), el Funbar, Fundaland con el parque multiaventura y tirolinas, campamentos para niños, Días sin Cole, Fundamarket (mercadillo de verano e invierno), la Huerta de Montecarmelo con su Mercado mensual, una imprenta solidaria, Fundacars (lavado de coche y mecánica rápida), Fundashop… En el caso de las empresas, organizamos eventos, voluntariado corporativo, regalos de empresa… Como decimos internamente, tenemos miles de “aventuras A la Par” abiertas a todo el mundo”.
– ¿Hacia dónde camina en este momento A la Par?
– “Hay mucho recorrido por hacer todavía. La sociedad cada vez tiene más en cuenta la discapacidad en general. La discapacidad intelectual, sin embargo, sigue un poco “rezagada”; es necesario concienciar a las empresas, instituciones y a los medios de comunicación para que no olviden este tipo de discapacidad a la hora de diseñar sus productos y servicios”.
– Sabemos lo que la fundación ha aportado y aporta a la discapacidad intelectual, pero ¿qué aporta todas esas personas a las que ayudáis a Almudena en el día a día?
– “Pensamos que nuestra sociedad y nuestro mundo es aún más maravilloso cuanta más diversidad sea capaz de acoger. Eliminar la diferencia o pensar que lo igual es mejor, es un error. Y basar nuestra valía en la inteligencia, aún más, y qué mejor ejemplo que los ordenadores actuales ya nos ganan de calle en eso… Nosotros tenemos la suerte de estar rodeados todo el día de diversidad ¡y no hay nada más estimulante y enriquecedor!”.
