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Zitus Madrid, número 200

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No podría comenzar de otra forma, -y eso que tengo amigos que me decían que no iba a ser capaz-, que diciendo: ¡Aúpa Athletic! ¡Athletic Txapeldun! No sabéis que sensación tengo aún después de que hayan pasado varias semanas desde que, por fin, el Athletic de Bilbao, se convirtiera en Campeón de la Copa del Rey. Sinceramente pensé que, después de cuarenta años esperando, -porque sí, yo tengo el privilegio de haberlo vivido anteriormente-, no lo íbamos a conseguir de nuevo. Y como decía yo mirando al cielo cada vez que llegábamos a las finales, que no han sido pocas, “si ya no es por mí, pero ya que papá no pudo, por lo menos que mi madre pueda disfrutarlo”. ¡Y vamos que si ha podido, que si por ella fuera, a sus 80 años, aún seguiríamos en Bilbao de fiesta!

Curioso me pareció volver corriendo después de vivir la celebración y el paso de la esperada Gabarra e irme directa a la manifestación de Montecarmelo en contra del cantón de limpieza y base del SELUR. Cuando  me preguntaban que qué pensaba sobre la asistencia de gente, respondí: después de estar con casi un millón de personas en Bilbao todo me parece poco.

Pero el caso es que cada vez se animan más a participar en estas concentraciones de protestas. Sinceramente yo no recuerdo, en casi 19 años de revista, protesta igual de afluencia de gente como la vivida el pasado 14 de abril. Me da pena que pasen los meses y no se llegue a ningún entendimiento por ambas partes.

Fíjate que podría entender los argumentos que nuestros políticos dan respecto a los cantones, que van a dar servicios a los barrios, que no pueden estar lejos de los mismos para facilitar el trabajo, etc. etc… Siempre y cuando no estén situados a tan pocos metros de viviendas o colegios. Me cuesta creer que las parcelas que hay así en el barrio no se puedan utilizar para tal fin. Pero es que en el caso de la base del SELUR, su objetivo y función es dar servicio a todo Madrid por lo que no tiene justificación alguna ponerlo en una zona residencial, sea del barrio que sea o de la zona que sea, sino en zona industrial. Y ya juntar ambos en una parcela de 10 mil metros cuadrados, más grande que la Plaza Mayor, apaga y vámonos.

Y los que me conocéis bien sabéis que no tengo dobleces y que cuando algo está mal, lo haga quien lo haga, nunca lo voy a apoyar. A veces tengo la sensación de que a muchos políticos se les olvida, sean del color que sean, que están al servicio de los ciudadanos, que para eso les votamos, y no a la inversa. (He prometido no hacer ningún chiste sobre irme cinco días a reflexionar-, ya sabéis que yo reparto en todas las direcciones-).

No puedo terminar este editorial de mayo, sin mandar un abrazo desde este mi rincozitus a Maga, nuestra genial escritora de Relatos desde hace muchos muchos años, y que no pasa por un buen momento tras perder a un ser querido. Marisa, como se llama, fue durante muchos años vecina de Sanchinarro y fue entonces cuando comenzó a escribir en Zitus como Maga. Algo que siguió haciendo tiempo después desde México cuando se mudó junto a su familia, donde sigue residiendo y escribiendo. Te quiero amiga, tómate tu tiempo, pero que sepas que estamos desando volver a leer tus relatos positivistas y llenos de trasfondo.