Un aniversario más, y ya van 16, son los vecinos de Sanchinarro, Las Tablas y Montecarmelo los que protagonizan esta sección, para darnos sus puntos de vista sobre cómo han evolucionado sus barrios desde que vinieron a vivir a ellos.
SANCHINARRO, Carol Segovia
Casada y con dos hijos, Carol Segovia es de las veteranas de Sanchinarro, barrio al que se vino a vivir en 2005, el mismo año en el que nació Zitus Madrid.
– “Entonces no había ni metro ni casi tiendas, una sola línea de autobús y muchos bancos y farmacias. Han pasado ya 16 años y hemos mejorado, pero todavía falta cosas que se podían mejorar, como el polideportivo que ya entonces se decía que lo iban a hacer…. Hay proyecto pero todavía nada”.
– ¿Qué cosas echas de menos a nivel de comercios? “Las pequeñas tiendas como mercería, ferretería, que solo hay una en Virgen del Cortijo, van desapareciendo, y con la pandemia muchas tiendas del pequeño comercio han tenido que echar el cierre. Quizás se echa de menos un centro comercial con tiendas de ropas, y también ocio para la gente joven, daría un poco más de vida al barrio y daría trabajos”.
– ¿Y en cuanto a equipamientos? “En su día se habló de que iban a hacer una comisaría en Sanchinarro, pero seguimos dependiendo de la de Canillas, a veces muy saturada. Tampoco hay autobús directo al hospital Ramón y Cajal del cual dependemos todo el barrio. Estamos a dos pasos y en cambio en transporte público se tarda 35-40 m en llegar, y creo que es un servicio necesario, además que muchos trabajadores son de la zona. Ya no digo nada de lo necesarios que son los servicios de urgencia (Suap) que desde el inicio de la pandemia desaparecieron, y descongestionarían un poco las urgencias hospitalarias. Nunca ha habido en Sanchinarro y dependíamos del Suap de Mar Báltico pero ahora ni eso tenemos”.
– ¿Y cómo ves el barrio después de todos estos años? “Es un barrio joven a las afueras de Madrid pero en Madrid y en una zona privilegiada como es la zona norte. El barrio tiene vida, con sus terracotas, sus amplias avenidas, pero es verdad que el teletrabajo aunque creo que está muy bien para quien pueda hacerlo, no es mi caso, está haciendo polvo a la hostelería y más en este barrio a la hora de las comidas. Esperemos que poco a poco se vaya recobrando la normalidad, porque es un barrio para vivir que está muy bien”.
– ¿Crees que ha cambiado Sanchinarro con la pandemia? “Yo creo que sí. Hasta el inicio de la pandemia, yo no conocía a muchos de los vecinos, tan sólo hola y adiós. Pero desde los aplausos a las 20 horas, sin querer, vas conociendo gente y a veces sus casos. Ahí entable amistad con más gente que a veces tan sólo necesitaban hablar con alguien, no sentirse solos. Incluso en nuestra se creó un grupo de mensajería y nos fuimos ayudando en lo que podíamos: si alguien necesitaba un medicamento y no podía salir siempre había alguien dispuesto a llevárselo. Y lo hemos mantenido. Antes de Filomena había un mendigo durmiendo en nuestro portal y varios vecinos le bajamos comida, mascarillas toallitas y se llamó al Samar social para que lo ayudasen en lo que se pudiera. En resumen, estoy orgullosa de vivir en Sanchinarro”.
LAS TABLAS, Leticia Cascales
Madrileña casada con un cántabro y madre de dos niñas, Jimena e Isabel, Leticia vino a vivir al barrio hace ahora ocho años justos, en 2013. Directora de Recursos Humanos en una empresa de venta directa que tiene 400 empleados, nos cuenta como ha evolucionado Las Tablas desde entonces.
– ¿Qué visteis en el barrio que os atrajo para fijar vuestra residencia? “La verdad es que estábamos casi más dirigidos a la zona de Sanchinarro, sin embargo, nos decantamos por Las Tablas porque es un lugar ideal para tener familia: Grandes avenidas, lleno de jardines y parques infantiles, mucho espacio al aire libre y una mayor oferta comercial y de restauración que en los barrios colindantes. ¡Hoy se confirma que fue la elección adecuada, estamos encantados!”.
– ¿Crees que ha evolucionado rápido desde que viniste? “Ha evolucionado, sí. Cuando llegamos había muchísimo local comercial por abrir y mucho solar aún sin construir, pero ya se vislumbraba que en poquito tiempo el barrio cogería color. Después eligieron Las Tablas como sede principal grandes empresas como Dragados, FCC y BBVA que le dieron aún más vida. Queda mucho por hacer, pero creo que la tendencia siendo lenta, es positiva”.
– En 2008 se prometieron muchas cosas centro de salud biblioteca centro cultural y aún no hay nada. De todos ellos, ¿cuál sería para ti prioritario? “Para mí los prioritarios son sin lugar a duda el centro de salud y la comisaría de policía. Al primero le queda poquito para ver la luz, afortunadamente. Las obras han avanzado bastante rápido a pesar de la pandemia. Lo segundo, no tengo claro si llegará, y cada día hace más falta… ¡hace poco una amiga tuvo un susto importante de robo con violencia en su propio coche!”.
– ¿Ahora mismo cuál sería el problema más importante de Las Tablas? “Aunque mis hijas no van al cole en Las Tablas, suelo escuchar recurrentemente entre amigos que existe escasez de centros de educación secundaria. También, necesitamos que se invierta en crear alternativas para entrar y salir de la zona en hora punta. Con la incorporación de grandes empresas, el barrio se ha revalorizado, pero no se ha tenido en cuenta el efecto embudo que esto supone”.
– ¿Qué es lo que más te gusta del barrio y cómo te gustaría verlo dentro de unos años? “Es un barrio bastante seguro, tranquilo y con un perfil de residente muy similar al nuestro. Me encantaría ver que se sigue invirtiendo en su mantenimiento, en cuidar los jardines y los parques, en proveer de los servicios que aún no han llegado… Y cuando se haga realidad, si llega, el proyecto Madrid Nuevo Norte, conseguiremos la mejora en las infraestructuras que hoy tanto necesitamos. Y nosotros seguiremos aquí para verlo”.
MONTECARMELO, Irene Gómez
Irene Gómez, de 17 años, se vino a vivir con su familia a Montecarmelo cuando sólo tenía 1 añito o como dice ella “llevo toda mi vida viviendo en este barrio”.
– ¿Cómo has visto que ha cambiado el barrio en los últimos años? “Montecarmelo se ha ido haciendo más popular con el paso de los años, no solamente porque han ido construyendo mas y mas urbanizaciones, sino también por el traslado del Colegio Alemán, o la apertura de nuevos centros infantiles. En mi opinión esto es lo que hace que el barrio siga en buena posición, ya que nuevas familias traen a sus hijos a los colegios y centros que se han ido abriendo en los últimos años. En todos los años que llevo viviendo aquí he visto cientos de negocios, unos salen adelante, pero otros se quedarán en mi recuerdo”.
– ¿Son los jóvenes los más olvidados del barrio? “En mi opinión sí, esto es porque la mayor fuente de ingresos de Montecarmelo son los bares, en los que la mayoría de consumidores son adultos o mayores de edad. Contrariamente, hay multitud de parques infantiles, los cuales solo son utilizados por niños. Por estas dos razones los jóvenes somos los más olvidados del barrio. Un polideportivo con canchas de fútbol, baloncesto, voleibol, un cine o un centro comercial serían ideales para la multitud de adolescentes que vivimos aquí. Cuando vienen amigos a pasar la tarde no hay mucho que hacer la verdad”.
– ¿Qué es lo que más echas en falta? “Siempre he sido una chica a la que le encanta leer, y todos los libros que compre me los acabo bastante rápido y tengo que ir a comprar más y más. Abrir una biblioteca en el barrio sería una idea estupenda porque no te obliga a estar comprando cada dos por tres. Poder ir allí y pasar un agradable y tranquilo rato entre libros es una forma de escapar temporalmente de la situación que estamos viviendo ahora. Por otro lado, yo soy jugadora de voleibol y no hay una sola cancha para poder jugar. Sin embargo hay canchas de baloncesto, patinaje y un centro de tenis y pádel. El voleibol es un deporte para todas las edades y una actividad entretenida que no estaría de más implantarla en el barrio. Es por eso por lo que me gustaría que si fuese posible se habilitasen un par de redes de voleibol. Y si se pudiese añadir algo más, pues un polideportivo con piscina, o un centro de salud”.
– ¿Te gustaría vivir el día de mañana en el barrio? “Personalmente sí, porque es un barrio en el que me siento muy cómoda, un barrio que conozco perfectamente y en el que me siento segura. Montecarmelo es un barrio que, aunque a lo largo de los años se ha ido haciendo más conocido, sigue preservando su calma y su bienestar. A mí me gustaría irme a vivir fuera de Madrid, pero si eso no llega a funcionar completamente, se que siempre tendré mi casa aquí en Montecarmelo”.