Tenerife es un destino que invita a disfrutarlo a través del oído, el olfato, la vista, el gusto y el tacto. Un lugar donde los sentidos cobran vida de manera excepcional.
Escuchar el piar de un pájaro, la brisa que sacude las ramas de los árboles, el crujir de tus pies en contacto con la tierra… Sonidos que constantemente nos pasan desapercibidos comienzan a ganar protagonismo cuando estamos rodeados de naturaleza.
En el Parque Rural de Anaga se encuentra uno de los bosques de laurisilva mejor conservados de España, declarado Reserva de la Biosfera por la Unesco. Esta selva, característica por su humedad, contiene en ella una flora compuesta por laureles, líquenes y helechos que, en su conjunto, crea un paisaje de cuento. Algunos de los senderos más mágicos que puedes transitar para poder adentrarte y conocer este ambiente de fantasía son el Sendero de Los Sentidos, el Bosque de Los Enigmas y la Reserva Natural Integral del Pijaral. Para acceder a este último, es necesario reservar y adquirir una autorización previa.
Tenerife no solo se observa, sino que se siente, se experimenta en cada bocanada de aire cuando estamos junto a la costa. Adéntrate en las piscinas naturales o “charcos”, un fenómeno que ocurre en las islas de origen volcánico, en el que la lava, al entrar en contacto con el océano, se solidifica, creando recintos amurallados naturales que, al subir la marea, se inundan de agua y permiten que uno disfrute de un baño único. Este es el caso de los charcos de Mesa del Mar en Tacoronte, una joya de la isla que seduce con su intenso color azul, sus aguas cristalinas y el imponente abrazo de la naturaleza que lo rodea.
Admirar el firmamento desde las cumbres tinerfeñas es otra de las experiencias que no puedes perderte. Tanto el Teide como las cumbres de Tenerife han recibido el reconocimiento de la certificación Starlight, acreditándolos como lugares privilegiados internacionalmente para la observación de las estrellas.
Tenerife también es una isla para comérsela. Su gastronomía despierta los sentidos y deleita los paladares más exigentes. Una fusión única de sabores, influenciada por su rica historia, su diversidad cultural y su abundancia de productos locales. Entre los más tradicionales encontramos el gofio, una harina tostada elaborada a partir de cereales como el trigo o el maíz, que es el corazón de la cocina canaria; sin olvidar el sancocho, un guiso de pescado, la carne de cabra, el escaldón y las imprescindibles papas con mojo verde o rojo.
Para los amantes de la alta cocina en la isla destacan siete templos gastronómicos galardonados con estrellas Michelin y reconocidos a nivel mundial: M.B en el Hotel The Ritz-Carlton-Abama, El Rincón de Juan Carlos, San-Ho, Kabuki, NUB, Haydée y Taste 1973.
Le toca el turno al tacto. ¿Se puede sentir un volcán? En los paisajes lunares del Parque Nacional del Teide, el suelo se transforma en un tapiz de paisajes rocosos, donde se descubre una textura más fina y polvorienta, como si se tratara de un lienzo esculpido por el viento y la erosión. En contraste, los campos de lava más antiguos han sido colonizados por la vegetación, creando un panorama de contrastes en el que la yuxtaposición entre la dureza de la lava y la delicadeza de la flora muestra la capacidad de la vida para encontrar un camino, incluso en los entornos más inhóspitos.
Y es que cada experiencia en Tenerife es una invitación a conectar con tus sentidos, con la naturaleza y tus emociones. Una invitación a vivir momentos inolvidables. En tu visita a la isla, no solo verás la magia, sino que también la olerás, la oirás, la saborearás y la sentirás en toda su plenitud. ¿Te apuntas a hacer un recorrido por tus sentidos?
Texto y Fotos: Havas
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