Muchas veces, cuando escuchamos la palabra voluntariado o ayudar a los demás, la mente nos lleva a zonas de África, India e incluso Sudamérica. Siempre he dicho, y con todo el respeto del mundo, que tenemos la posibilidad de llevar a cabo esa ayuda más cerca de lo que pensamos. Y no estoy diciendo con estoy diciendo que dedicarse o ayudar a las primeras esté mal.
Tanto en Sanchinarro, como en Las Tablas y Montecarmelo podemos aportar nuestro granito de arena. Por ejemplo en Sanchinarro tenemos el Centro Santa María la Paz, gestionado por los hermano de San Juan de Dios, que acogen a 100 hombres en riesgo de exclusión social. Aquí la ayuda puede ser de lo más variopinta, bien yendo a los mercadillos que organizan los primeros domingos de cada mes, o a su fiesta del 15 de mayo, o haciendo una recolecta de leche en tu empresa y donarlo. Algo que ha hecho recientemente, como cada año, la Agrupación Deportiva Oña Sanchinarro. Y es que dar de desayunar a 100 personas no debe salir muy barato.
Todo sin olvidar la residencia de personas mayores que hay justo al lado del centro, donde uno puede ofrecerse para ir a contar historias, cantar villancicos en Navidad o jugar a juegos de mesa con los residentes.
En Las Tablas hay tres centros importantes donde también se puede echar una mano, solo hay que proponérselo y ofrecerse. Está la Fundación Inclusión y Apoyo Aprocor, entidad que defiende los derechos de las personas con discapacidad intelectual y sus familias, fomenta la igualdad en todos los ámbitos y apoya a las personas en el ejercicio de la ciudadanía. Si eres una persona ilusionada y comprometida con la defensa de los derechos, no dudes en hacerte voluntario.
En la Fundación Rais, también en Las Tablas, tienen la firme convicción de saber que es posible acabar con el sinhogarismo y por ello trabajan para conseguir que ninguna persona viva en la calle. ¿Sabías que con 10 euros al mes durante un año, evitas que una persona joven llegue a vivir en la calle? De ti depende formar parte de la solución. También en Las Tablas se ubica el centro de la Fundación Padre Garralda-Horizontes Abiertos cuya misión, entre otras, es lograr que cualquier persona, con independencia de los errores cometidos en el pasado, tenga derecho a una segunda oportunidad, es decir, que las personas que están en riesgo severo de marginación por la sociedad, puedan rehacer su vida.
Hablar de la Fundación A LA PAR de Montecarmelo es hablar de una fundación con 70 años de historia dando respuesta a los retos y necesidades de las personas con discapacidad. No os perdáis su último sueño: montar una banda de rock.
En todas, -aunque la actualidad siempre manda, hay que sacar hueco en la revista para hablaros más detenidamente de ellas-, hay muchas formas de colaborar y echar una manita. Más cerca y más fácil no lo podemos tener. ¿Te apuntas?
Feliz verano amigos. Cuidado con el coche y recordar que a la vuelta paso lista.
