Feliz Año Nuevo vecinos. Dejarme que lo diga, porque sino reviento: ¡por fin hemos dicho adiós al 2020! Miremos con esperanza a este año que acaba de comenzar que seguramente nos deparará cosas buenas o por lo menos eso es lo que deseamos todos. Un año nuevo que también supone un cambio de rumbo en Zitus Madrid, que se va a dejar las uñas y los dientes en poder salvar este bache, propiciado, en su mayor parte, por los daños colaterales que está dejando esta pandemia en distintos sectores de la población. Como digo yo a mis “allegados”, -palabra tan de moda últimamente-, y entre risas: sí hay que “morir” que sea dando lo mejor de Zitus. Y lo hacemos, como os anuncié, con un cambio de formato y estructura, potenciando aún más si cabe la información local, de proximidad, de barrio… esa que no tiene cabida en la prensa nacional, pero que a los vecinos de Sanchinarro, Las Tablas y Montecarmelo tanto nos interesa saber, leer y ver, en el caso de las fotografías. Me hubiera gustado arrancar esta nueva etapa con una buena noticia en nuestra portada, -que también cambia de formato, dejando atrás el rostro de 155 personajes famosos entrevistados desde 2005-, pero la actualidad manda y Sanchinarro ha pasado estas fechas navideñas confinado como barrio. Sin embargo, en nuestras páginas encontrareis otras tantas noticias solidarias, llenas de iniciativas cuyo objetivo ha sido ayudar al que más lo necesita. Y eso, vecinos, a mí por lo menos me provoca esbozar una sonrisa y seguir pensando que hay gente muy buena a la que le gusta dormir con la cabeza tranquila. Aunque ya se nos esté olvidando las navidades, en Zitus Madrid siempre tiene cabida por estas fechas los Belenes que con tanto mimo e ilusión preparan cada año, y en este más especial si cabe, los alumnos, profesores y familias de los centros educativos del barrio. Reconozco que admiro mucho la creatividad de todos ellos. ¡Me encantan! No me gustaría terminar sin hacerles llegar unas palabras a la directiva y miembros de la Asociación de Vecinos de Las Tablas, que a finales de diciembre echó el cerrojo, y no por deseo propio, a su anterior sede, El Palomar. Dejando los motivos políticos aparte, cuando Zitus Madrid nació ese emblemático edificio estaba totalmente en ruinas y nadie daba “un duro” por él. La iniciativa de esta asociación de darle vida, de convertirlo en el punto de encuentro de los vecinos, en sede de la cultura y actividades varias, convirtieron al Palomar en el edificio que ahora es. Y eso, nadie nos lo va a borrar ni de nuestras mentes ni de lo que ahí hemos vivido, aunque sé que dejáis ahí parte de vuestro corazoncito. Estoy convencida de que todo ese espíritu ya lo estáis plasmando en la nueva sede, La Nave. Arranca 2021, llenémoslo de esperanza. ¿Os apuntáis?