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Zitus Madrid, número 168

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Hay ocasiones en las que una tiene tantas cosas que contar, que no sabe por dónde empezar. Y este mes es un
ejemplo de ello. No sé ni por dónde empezar, o puede que sí lo sepa pero no sé cómo expresarlo. Así que muchas veces es mejor soltarlo “de golpe y sin anestesia”: O hay un “milagro” o Zitus Madrid dejará en breve de salir a la calle después de 15 años. Y cuando digo breve no me estoy refiriendo a en unos años, sino a un par de meses como mucho. ¡Ale, ya lo he soltado!

Creo que es el momento de pararse y tener la mente fría para poder visualizar los próximos meses, y os puedo asegurar que, a pesar de ser siempre positiva y no perder nunca el humor, solo veo un túnel negro, muy negro. La pandemia de la COVID19 ha herido de muerte a la prensa local gratuita, cuya fuente de financiación para poder salir a la calle es la publicidad. Una publicidad de unos comercios que, al igual que Zitus Madrid, muchos de ellos se ahogan. Y el futuro no se visualiza muy prometedor.

Os lo he ido contando durante los dos últimos meses, pero ahora, por lo menos en el caso de Zitus Madrid, el cronómetro ha comenzado la cuenta atrás.

Sigo luchando hasta el final, buscando otras fórmulas para que Zitus pueda seguir saliendo a la calle cada mes, como lleva haciéndolo desde septiembre de 2005: reuniones con distintos sectores, el político incluido; estudios de cambio de papel con el fin de abaratar costes, aunque perdiera el sello característico de la revista; números, muchos números; fórmulas; valoración de lo digital, conversaciones con vecinos/lectores que siempre han estado a mi lado…

Si os encontráis conmigo por la calle y me preguntáis “¿qué tal?”, tener por seguro que os diré que bien. Y ya no solo porque la profesión vaya por dentro, -sería de idiotas no confesar que me da mucha pena cerrar las puertas de Zitus Madrid después de tantos años y tanto sacrificio-, pero es que creo que ahora mismo somos muchas las personas, de distintos sectores, que tenemos que tener, como decía, la cabeza bien fría para no acabar peor de lo que estamos, si no se atisba un mínimo de luz en el horizonte.

Lo que sí tengo claro es que seguiré ayudando a los que siempre han apostado por Zitus hasta el final; que estoy muy orgullosa de hasta donde he llegado en solitario, siempre con ayuda en la sombra de muchos vecinos ya amigos eso sí; y que hasta el último momento pienso seguir luchando y buscando la “fórmula mágica” para poder continuar caminando.

Y todo con un único propósito, -bueno dos, porque obviamente necesito dinero para vivir-, que la prensa local y de proximidad no muera. Porque eso es lo peor que le puede pasar a los distritos de Madrid, cuyas problemáticas no tienen cabida en los medios nacionales.

A ver si el próximo mes, -sí, en diciembre aún estaremos-, puedo contaros “alguna novedad”. Mientras tanto, cuidaros y cuidar a los demás por favor. Y ya no solo por el tema sanitario, que también, sino porque esta pandemia está obligando y va a obligar a que muchos “echemos el cierre” y cuanto antes la paremos entre todos mucho mejor.