Nos invita a sacar lo mejor de nosotros mismos, tanto en la cocina como en la vida. Y todo a través de su libro “La vida a mordiscos” (Ed. Montena) el que conocerás los momentos claves de la vida de la presentadora: su infancia y orígenes, su viaje al éxito, la presión de la imagen en televisión, su ruptura con los estereotipos o qué significa la maternidad para ella.
Texto: N. Arechederra Fotos: D. Mejías Comunicación
Además de conocer diferentes pasajes de su vida y de darnos las mejores recetas que cocina en familia, el libro incluye ilustraciones realizadas por la propia Tania, así como fotografías de su álbum familiar.
– ¿Es un libro más de recetas de cocina o qué vamos a encontrar en él?
– “No es un libro de recetas al uso. No solo son recetas abiertas, -entre otras cosas porque yo no soy una persona que las siga al pie de la letra-, sino que tiene mis consejos, mis recetas vitales, adquiridas a través de mi familia y años. Creo que es un libro muy completo, un libro mixto: recetas para cocinar y recetas para aplicar en tu vida, como aprender a decir que no, quererse más y los truquitanias”.
– ¿Por qué decides escribirlo?
– “Por necesidad. Yo soy muy compartidora y pienso que siempre hay que añadir y sumar. Fue instigado por mi difunta abuela desde el cielo cuyo espíritu me empujo a escribirlo. Es mi libro más personal, por eso se lo agradezco mucho a mi abuela. No solo las fotos son mías, sino los dibujos que hay en él, para bien o para mal, también”.
– ¿Te consideras una madre rebelde?
– “Absolutamente. Me considero una persona indómita, rebelde, siempre voy a contra corriente. Por eso, entre otras cosas, no puedo seguir una receta al pie de la letra. Además me parece muy sano que haya madres rebeldes y “malas madres” sin duda”.
– ¿Cuál es la mejor receta “de vida” que te han dado y quién?
– “La mejor receta vital que me han dado ha sido mi madre que la nacer mi hijo me dijo: escucha tu instinto maternal, tú conoces más que nadie a tú hijo, así que oye lo que te dicen los demás, pero no escuches y confía en tu instinto maternal. Ese es sin duda el mejor consejo que me han dado. Dentro del libro hay muchas recetas de vida, pero ésta es quizás la que más me influyen a día de hoy”.
– ¿Y la receta de cocina que repites una y otra vez?
– “El curry. El curry ya en mi casa no es solo una receta de aprovechamiento, sino que además se presta a todo tipo de “tuneos” y alternativas. Lo mismo hago un curry de albóndigas que un curri de pollo o de verduras. En casa se come mucho curry porque tiene tantas salsas y tantos arroces posibles, que nunca comemos el mismo curry, pero siempre comemos curry”.
– ¿Eres consciente que son muchos los que te admiran por ser una clara defensora de lo natural y del fuera filtros?
– “Soy consciente de que la gente que me sigue es gente muy sana, saludable y que la mayoría me quiere por mi esencia. Creo que al final es lo que reflejo en mis redes, que son un espejo de mi vida y siempre intento ser genuina, auténtica y 100% yo. A veces patino, lloro o tengo un mal día y eso, en general, es lo que le gusta a la gente que me sigue, que no ando con florituras sino que directamente lo digo crudamente como es. Creo que es muy necesario, en un mundo como el que vivimos ahora, en el que las redes son un escaparate y se defiende la perfección casi como si fuera un mantra. Y no es real. La vida real no son redes y hay que tenerlo muy claro. Yo también busco a gente muy genuina que es como un respiro, un soplo de aire fresco entre tanta venta y escaparate”