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San Isidro Rugby Club:“La inclusión forma parte de nuestro ADN”

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Lo que empezó como un grupo de rugbiers buscando un rugby social, se ha convertido en un Club bien asentado, con una sólida estructura y una máxima: “Rugby para todos, que nadie deje de jugar por motivos que el Club pueda solventar”. Prueba de ello es el acuerdo que tienen con la Fundación Down España. Entrevistamos a Francisco José Devesa, Curro, Presidente del San Isidro Rugby Club.

– “Cuando en 1992 jugadores de diversos clubes de Madrid fundaron el San Isidro, para preservar valores que pensaban que se estaban perdiendo, pocos imaginaban que casi 30 años después estaríamos donde estamos. De esa esencia queda mucho, mantenemos los valores que son los inherentes a este deporte: respeto, humildad, superación, compañerismo, sacrificio, amistad, integridad, disciplina y, sobre todo, inclusión. Siempre se ha dicho que en el rugby todos tiene su sitio, el alto, el bajo, el rápido, el lento… ¿Por qué no llevar esta inclusión a las personas con capacidades diferentes o en riesgo de exclusión social?”.

– ¿Cuántos jugadores tienen en la actualidad?

– “Tras una temporada extraña por el COVID, aspiramos a alcanzar los 400 jugadores entre las 9 categorías que compiten en la FMR. Para ello ofrecemos los mejores precios, excelentes instalaciones y un experimentado staff técnico. Desde los 3 años se puede participar en los entrenamientos y competiciones. Nuestros jugadores forman parte de equipos de la Escuela de S6 a S12, Academia de S14 a S18, y rugby senior tanto masculino como femenino, sin olvidar nuestro equipo de veteranos el Old Lizards XV”.

– Cada vez hay más chicas. ¿A qué cree que es debido?

– “La mujer es una apuesta en el mundo del rugby y desde hace años tiene presencia. ¡Ahí están los excelentes resultados de las Leonas de la Selección Nacional Femenina! Hay que conseguir alcanzar ligas femeninas de S14 a S18 y eso requiere mucho trabajo en la base. En general, cada vez más personas juegan al rugby y eso es porque hay un ambiente menos crispado. El hecho de que en España no se pueda vivir de este deporte quita mucha tensión en el entorno”.

– ¿Desterrado el dicho “el rugby es un deporte de riesgo solo para hombres”?

– “Totalmente. En otros deportes el juego es total desde las categorías base, aquí es progresivo, los conceptos del juego y las diferentes fases del mismo se van añadiendo según avanzas de categoría. En S6 es un “pilla-pilla” con balón controlado por los monitores, y poco a poco se van integrando conceptos como el placaje, el pase, el line-out o la melé, hasta llegar a S16 donde el rugby es total. Esta progresividad minimiza los riesgos, que indudablemente hay al ser un deporte de contacto”.

– ¿Cómo llega el campo de Tres Olivos al San Isidro?

– “Desde 2013 trabajamos en Fuencarral-El Pardo, primero con un acuerdo con la JMD para el fomento del rugby en el Distrito con jornadas de iniciación en colegios e institutos. En 2016 presentamos el proyecto de un campo de rugby en los Presupuestos Participativos, siendo el más votado. En marzo de 2020 se otorgó la gestión del campo y en junio de 2020 se comenzaron las actividades”.

– Al San Isidro le caracteriza su apuesta por la integración.

– “Preferimos decir inclusión, es decir, reconocer el derecho de una persona a practicarlo, independientemente de su capacidad intelectual, y ponerlo en práctica. Si puedes correr, puedes jugar. Serás uno más con los apoyos necesarios como hacemos con todos, porque en el San Isidro Rugby Club la inclusión forma parte de nuestro ADN. Cuando se nos presentó la opción de que una persona con Síndrome de Down jugara, no lo dudamos. Después entendimos que a eso le llamaban inclusión. Es muy de rugby, tú haces lo que tus principios y valores te dicen, por muy complicado o novedoso que parezca”. 

– ¿Qué acuerdo tenéis con Down España?

– “Difundimos el concepto de inclusión en el mundo del rugby con el programa «Placaje por la Inclusión», concienciamos a las familias de que las personas con discapacidad intelectual deben practicar un deporte, y a los clubs, federaciones y entorno social a que los incluyan en sus actividades, como así hacen. A unos padres con un hijo con Síndrome de Down les diría lo que a cualquier padre o madre: que practicar deporte es sano y fundamental para su desarrollo, que si es en equipo fomenta el compañerismo y si, además, es rugby vivirá en primera persona los valores señalados antes. El mensaje no varía,  no encontrarán un entorno más adecuado para aceptar a su hijo tal y como es, con las capacidades que tenga, que las tiene, que en el rugby, un deporte en el que cabemos todos. Así lo entendemos los que lo practicamos, lo vemos y lo vivimos”.