Historia y arqueología. Silencio y tranquilidad. Naturaleza y poesía. Visitamos la localidad conquense de Saelices, a menos de una hora de Madrid, un remanso de paz que nos transporta a otra época.
Municipio y localidad de la provincia de Cuenca, Saelices se encuentra a 101 kilómetros de Madrid por la autovía A-3 (Madrid-Valencia). Al sur del término se encuentra, junto al río Cigüela, el parque arqueológico de la ciudad romana de Segóbriga. El origen de su nombre viene probablemente del latín Ecclesia Sancti Felicis (iglesia de San Félix), de donde derivaría a Sanfelices, Sahelices y finalmente Saelices, su nombre actual.
Aunque no hay datos ciertos, la fundación de Saelices se puede establecer en la repoblación posterior a la Reconquista, llevada a cabo por la Orden de Santiago en las tierras del Priorato de Uclés, al que perteneció en la Edad Media. La cercanía del manantial llamado Fuente La mar, de donde partía el acueducto que surtía de agua a la ciudad romana de Segóbriga, abandonada tras la invasión musulmana, es el probable motivo que llevó a fundar la nueva población de Saelices en lugar de repoblar Segóbriga.
El pueblo se encuentra situado en una colina rodeada de terreno llano y con el cerro de Santa Quiteria como punto más elevado. En la actualidad Saelices es Segóbriga, pues se conoce más este pueblo en ruinas que el pueblo vivo. Es más que recomendable que los visitantes de la ciudad romana hagan una parada para visitar esta localidad conquense, su iglesia de impresionantes dimensiones y alguna de sus casas-palacio, clara muestra de su arquitectura civil tradicional; seguro que no dejan indiferente a nadie.
Saelices es un pueblo pequeño pero muy tranquilo y acogedor. Alberga tesoros en sus calles y sus vistas son espectaculares, ya que es el punto más alto entre Madrid y Valencia, en el cerro de Santa Quiteria.
La ciudad romana de Segóbriga es su apuesta turística más importante pero no debemos perdernos su iglesia románica. La iglesia de San Pedro comenzó a construirse en 1577 y hoy en día conserva sus imponentes volúmenes. Todo su perímetro está recorrido por una cornisa, posee un ábside poligonal de tres lados y una torre a los pies, de tres cuerpos. Ya en el interior podemos disfrutar del recompuesto retablo mayor barroco, de dos cuerpos, en el inferior se guarda una talla a tamaño natural del Cristo del Amparo. En el superior hay más tallas de santos, destacando la de la virgen de los Remedios.
En cuanto a las construcciones civiles de Saelices debemos hacer parada en la casa-palacio de Martínez Falero y otras que aún conservan sus escudos nobiliarios.
Son famosos los quesos de su Quesería Chaves y todos los productos relacionados con el cordero y embutidos. Podéis comer con calidad y buen precio en cualquiera de sus bares y restaurantes, y si queréis dormir por la zona hay casas rurales con encanto, eso sí, con gran demanda, por lo que tendréis que planificarlo con tiempo.
La tranquilidad de Saelices se ve alterada con sus fiestas locales y religiosas, las más importantes, la Romería de la Virgen de los Remedios, que se celebra el último fin de semana de mayo, y su Cristo del Amparo, el 14 de septiembre. Desde hace varios años, Saelices apuesta por los eventos culturales, como las Jornadas Romanas, que se celebran a mitad de julio, eventos musicales, el ya conocido teatro greco-romano y el nuevo Festival de poesía Saelices Versum, que celebrará su tercera edición este año el próximo 27 de agosto. Un motivo más por el que Saelices bien se merece una visita.
Texto y Fotos: Cristina Aparicio