Madrid bien merece más de una visita, tanto para el turista que viene de fuera como para sus propios habitantes. Si esta Semana Santa has optado por no viajar, te proponemos descubrir el Madrid de los Austrias, un recorrido lleno de historia.
En 1561 Felipe II ordenó el establecimiento de la capital del imperio hispánico en esta villa castellana. Fijar una sede permanente era conveniente y esa decisión incomodó a otras ciudades que consideraban reunir mayores méritos.
Estar en Madrid y no visitar la PLAZA MAYOR, sería imperdonable. Centro de la villa durante siglos fue objeto de celebraciones sociales, como autos de Fe llevados a cabo por la Santa Inquisición, corridas de toros a caballo, o la proclamación de los Reyes Felipe V, Fernando VI y Carlos III. Tras varios incendios, remodelaciones y modificaciones obtiene el actual aspecto, como una plaza cerrada con soportales y viviendas de hasta cinco plantas.
La parte más destacada de la Plaza Mayor, presidida por la ESTATUA ECUESTRE DE FELIPE III, es la CASA DE LA PANADERÍA. Terminada por Juan Gómez de Mora en 1619 fue reconstruida, tras el segundo incendio de la plaza, en 1670 por Tomás Román, encargándose los pintores Claudio Coello y José Jiménez Donoso de la decoración interior y los frescos de la fachada. Con el tercer incendio de 1790, del que se libró la Casa de la Panadería, sirvió de referencia a Juan de Villanueva para la reconstrucción del caserío de la plaza
Justo enfrente está la CASA DE LA CARNICERÍA, de decoración barroca. En 1988 el Ayuntamiento de Madrid convocó un concurso público restringido para acometer la decoración de la fachada, debido al gran deterioro de las pinturas. Carlos Franco, ganador del concurso, la decoró con escenas relacionadas con la historia de Madrid. El recinto fue en su día escenario de ajusticiamientos públicos y de los autos de fe de la Inquisición.
Cogiendo la calle Arenal y una vez pasada la plaza de Isabel II, seguimos por la calle Arrieta hasta llegar al MONASTERIO DE LA ENCARNACIÓN. Considerado uno de los monumentos más significativos del Madrid de los Austrias, su fundación se debe a la esposa de Felipe III, doña Margarita de Austria y Stiria, cuyo escudo, repetido, aparece en la fachada diseñada por Gómez de Mora y que se convirtió en el modelo más repetido entre los conventos de toda la región central y parte de Castilla durante el XVII y buena parte del XVIII.
No dejes de ver el PALACIO DE SANTA CRUZ, primera Cárcel de la Villa de Madrid que hoy sirve de sede al Ministerio de Asuntos Exteriores.
Partiendo de la plaza de Santo Domingo, por la calle Veneras, en la que vivió Rubén Darío, llegamos a la Plaza de las Descalzas, donde se encuentra el MONASTERIO DE LAS DESCALZAS REALES, antiguo palacio donde residieron Carlos I e Isabel de Portugal. Su hija doña Juana fundó, en 1557, un convento de monjas franciscanas descalzas. Al igual que en los Jerónimos y El Escorial, las habitaciones de doña Juana estaban alrededor del altar mayor para poder escuchar la misa desde sus aposentos. Para finalizar nuestra ruta y recobrar fuerzas, si tuviéramos que escoger un restaurante dentro de la zona del Madrid de los Austrias, sin duda alguna nos quedaríamos con la “VINOTECA MAESTRO VILLA”. Situado en la Cava de San Miguel 8, son muchas sus especialidades entre las que te recomendamos las pencas de acelga rellenas, buñuelos de bacalao, dulce de pimientos, patatas riojanas o el estofado de carrillera.
Texto: N.Arechederra
Fotos: J. Sacristán