Tarántula llega al Teatro Reina Victoria y lo hace de la mano de Tirso Calero que dirige a los actores Laia Alemany, Armando del Río y Álex Barahona. Un thriller de 90 minutos, en los que el espectador quedará atrapado por una trama llena de giros hasta llegar a un sorprendente desenlace.
Texto: N. Arechederra Fotos: Geraldine Leloutre
Nacida en Barcelona, Laia Alemany da vida a Sara Reverte, una antigua modelo que quedó ciega por un accidente automovilístico. La obra es la primera que produce Cromagnon Producciones, productora de la polifacética actriz y su marido, el también actor y protagonista de la obra, Armando del Río.
– ¿Qué vamos a encontrar en Tarántula?
– “Un robo en la casa de una mujer invidente y tres personajes vibrando en una obra en la que nada es lo que parece. Una función llena de suspense desde el minuto uno, que dejará al espectador pegado a la butaca hasta el final”.
– Hay quien piensa que teatro y thriller están reñidos, ¿tan difícil es llevar a las tablas una obra de este tipo?
– “Creo que es más complicado que otros géneros teatrales. Para empezar el ritmo tiene que ser realmente trepidante y tiene que tener muy buenos giros de guion. Esta función está escrita pensando en todo detalle y teniendo muy en cuenta, además del viaje que recorre cada uno de los personajes, que sea el público el que realmente no aterrice hasta el final de la función. No es fácil el thriller en teatro, ni escribirlo ni actuarlo, pero es muy gratificante hacerlo”.
– ¿Cómo es Sara y cómo ha preparado el papel de una mujer invidente?
– “Sara es una superviviente, una mujer con una gran determinación. No os puedo desvelar mucho más, tenéis que venir a descubrirla en la función. Pero hay cosas de ella que quiero quedarme para mi vida. Trabajé la ceguera con la ONCE, tienen un personal de formación encantador y que además están abiertos a colaborar con los actores a la hora de crear personajes invidentes. Les debo mucho a Marina y a Gloria”.
– ¿Qué ha sido lo más difícil?
– “No hay nada fácil en esta función, mezclar el trabajo de la ceguera con la acción trepidante que por momentos transcurre en escena, no es fácil. La profundidad que exige el personaje de Sara. Y además es una función que requiere muchísima concentración, es muy intensa. Son 90 minutos realmente trepidantes. Pero si tengo que destacar algo, definitivamente mantener la ceguera mezclada con la acción ha sido lo más complicado”.
– Primera obra con su propia productora teatral. ¿Qué puede más, el vértigo o miedo antes esa responsabilidad, o la emoción y satisfacción de haber podido cuidar hasta el más mínimo detalle?
– “Con nuestra productora sí que es la primera vez, pero ya habíamos estado en la producción de otras dos funciones. Las dos cosas, por un lado hay mucha responsabilidad y por momentos es muy duro. Pero ser capaz de estar en todos los pasos de un proceso creativo, es algo maravilloso, con sus momentazos de vértigo incluidos”.
– ¿Ventajas e inconvenientes de trabajar con su pareja?
– “Ya he trabajado con Armando en otras ocasiones y la verdad es que son casi todo ventajas. Primero que nos conocemos mucho el uno al otro y eso encima del escenario e incluso en el proceso de ensayos es oro. Después podemos pasar texto en casa y ayudarnos. Es un tiempo de calidad en pareja y haciendo lo que más nos gusta, cosa que no es fácil que pase con este ritmo loco en el que vivimos. El único inconveniente es que ninguno de los dos puede quedarse con la niña mientras ensayamos”.
– ¿Le veremos en la segunda temporada de Hit?
– “Pues con todo el dolor de mi corazón no, hay cambio completo de elenco y no seguimos en la segunda temporada. La serie estaba pensada desde el primer momento con la única continuidad de Hit, Daniel Grao, en las siguientes temporadas. Aunque con el éxito que supuso de crítica y público la primera, el mismo creador de la serie dejó la puerta abierta a la continuidad de los personajes que tan bien conectaron con la audiencia. Pero finalmente se mantuvo la idea de que Hit debía dejar el Anne Frank y acudir allí donde sea más necesario. Aún así, puede que tengamos la oportunidad devolver a ver a Núria, cosa que me encantaría, pero de eso todavía no puedo hablar”.
– ¿Hasta cuándo estaréis en Madrid con la obra? ¿Será compatible con poder disfrutar un poco del verano?
– “Estaremos hasta el 1 de agosto, ¡Y claro que es compatible! Para empezar a mi me gusta, y mucho, disfrutar de Madrid cuando se va vaciando de gente, además pasarme el mes de Julio sobre las tablas me parece una opción muy atractiva. Y después seguramente volemos a mi querida Costa Brava, donde mis padres tienen la casa familiar y donde nos reunimos todos los veranos. Tiempo hay que el verano es largo, y además es mi estación favorita”.