Hace un año que más de una veintena de entidades vecinales de Fuencarral-El Pardo se unieron dando vida a la Coordinadora Vecinal del distrito con el fin de articular sus demandas y defender los intereses que les son propios, ante el Ayuntamiento de Madrid y la Comunidad Autónoma. La asociación de Las Tablas y la asociación Barrio de Montecarmelo forman parte de ella, por lo que hemos entrevistado a sus respectivos presidentes, Lorenzo Álvarez y Fernando Mardones, para conocer su valoración de este primer año de andadura.
– Un año desde que se constituyó la Coordinadora Vecinal del Distrito de Fuencarral, ¿qué valoración haríais de este primer año?
– “Creo que siempre cabe una valoración positiva. Unir nuestras «fuerzas»; compartir una idea común de cómo tiene que entenderse la acción vecinal o trabajar en proyectos colectivos amplios que mejoren la calidad de vida de nuestros vecinos y vecinas, en defensa igualmente de sus derechos, es siempre un aspecto positivo”, comenta Lorenzo Álvarez.
– ¿Cuál ha sido el mapa de ruta de este año?
– “Este primer año hemos intentado luchar «contra el elemento», es decir, contra el rechazo que nos ha dispensado el concejal presidente del distrito, el Sr. Javier Ramírez, quien nos ha impedido en diversas ocasiones el poder expresarnos, trabajar e incluso articular con perspectivas de éxito nuestras propuestas, coartando de una manera más que significativa nuestra participación. Eso, sumado a las limitaciones propias derivadas de la pandemia, nos ha afectado negativamente en nuestro actuar”, contesta Fernando Mardones.
– “Pese a ello, hemos podido llevar propuestas al pleno o llevar a cabo acciones en defensa o demanda de las problemáticas más acuciantes en el distrito: Teatro Madrid, Fábrica CLESA, aparcamiento Tres Olivos, accesibilidad en las estaciones de metro, recortes en educación, limpieza, obras del nudo norte, etc.”, añade Lorenzo.
– ¿Se ha notado la unión de las asociaciones en el distrito?
– “Por supuesto. El organizarnos bajo una misma coordinadora nos ha hecho poder compartir nuestras experiencias, recabar apoyos para nuestras demandas propias de cada barrio, y darnos a conocer en el distrito y en la ciudad de Madrid como un espacio de acción vecinal basado en el trabajo de muchos años y en la solidaridad con otros barrios. Un ejemplo ha sido nuestra «hermandad» con tejido asociativo de Chamberí, con quien compartimos concejal, a quien hemos dado nuestro apoyo y presencia igualmente en sus reivindicaciones de barrio”, nos dice Fernando Mardones.
– Cada barrio tiene sus propios problemas y carencias, pero ¿cuál sería el punto fuerte a mejorar en el distrito?
– “Además de conseguir unos mayores niveles de participación que, como digo, han sido totalmente diezmados por parte del concejal presidente, creo que es importante buscar un equilibrio territorial entre los diferentes barrios del distrito, mejorando de manera transversal y equitativa servicios públicos como el transporte, la sanidad o la educación, sin dejar de lado a nuestros mayores o a las personas y familias más afectadas por la actual crisis económica”, aclara Lorenzo Álvarez.
– “En eso deberíamos focalizar todos nuestros esfuerzos los próximos meses, bien liderando diferentes actuaciones en esos ámbitos, bien sumándonos a las que partan de otras entidades y personas”, continúa Mardones. “Por eso de cara a septiembre nuestro objetivo es seguir siendo nosotras mismas. Las asociaciones vecinales somos una parte importante de nuestras calles y barrios, aunque a veces se nos quiera borrar del mapa e, incluso, callar. Es importante seguir manteniendo un nivel de propuesta de mejora continua (no de crítica), aportando ideas y soluciones sobre las que trabajar, porque nadie mejor que nosotras conoce los problemas del día a día de nuestros barrios”.
– “Pero para ello necesitamos que se rompa ese muro que el concejal del distrito tiene contra las asociaciones. Es una pena, y hasta un fracaso de la Junta, que seamos el único distrito de toda la ciudad de Madrid que en el Día de Participación Ciudadana no se haya constituido el Consejo de Proximidad”, concluye Álvarez.