Gente del Barrio siempre ha estado protagonizada por vecinos o instituciones de Sanchinarro, Las Tablas y Montecarmelo, que de una forma u otra, tienen algo que contar al resto de sus vecinos, bien porque han escrito un libro, tienen un programa de radio, pinta, cantan o son una asociación que ayuda a los demás, entre otras cosas. Pero en esta ocasión hemos querido que, aunque nos haya dejado el pasado mes de enero, sea Don Luis de Lezama, conocido por muchos durante toda su intensa vida como el cura Lezama, el que sea protagonistas de la misma. Es nuestro pequeño homenaje a un hombre que, desde 2006, ha sido figura destacada del barrio de Montecarmelo por muchos motivos.
MONTECARMELO
Fue precisamente ese año cuando se le encomendó ser la cabeza visible de una de las parroquias del barrio. El nombramiento tuvo lugar en la parroquia de San Miguel de Fuencarral, y junto a Don Luis también se encontraba Don Hipólito, el sacerdote salvatoriano que llevaría la otra parroquia. Ambos llegaban a un barrio en construcción y de ellos dependía levantar las dos iglesias.
Fue por aquel entonces cuando comentaba a esta revista que la acogida de los vecinos estaba siendo muy buena. “Yo sólo les he dado cariño y cercanía. Cuando tratas bien a la gente, te responden. Si los amedrentas o pones pegas salen corriendo”. Y es que la celebración de las misas para niños de Don Luis, donde o bien te salía con una escoba, traía una oveja, salía con su bufanda del Athletic de Bilbao o repartía bombones, que los niños debían mantener en su mano hasta el final, pronto se hicieron famosas en Montecarmelo



– “Estamos ante un barrio joven, que se plantea su vida entorno a los niños. Hemos tenido escobas, marionetas, piruletas, todo forma parte de la catequesis para que los más pequeños vayan a misa a pasarlo bien y a entender el mensaje de Jesús. Todo mientras esperamos poder poner los pies en la Tierra Prometida, que es nuestra parcela y poder decir: aquí va a estar el hogar de todos los que tiene Fe”.
Su vocación de maestro pudo más y dos años después se inauguraba el colegio Santa María la Blanca, que cuenta ya con cerca de 2000 alumnos. Un colegio con un proyecto de innovación educativa denominado Proyecto EBI, que enseña a los alumnos a responsabilizarse desde el origen de sus estudios, y del que Don Luis se sentía muy orgulloso y se encargó de darlo a conocer por cada rincón del mundo. Ese mismo año colocaba la primera piedra de la Parroquia Santa María la Blanca, ya que hasta entonces llevaba a cabo la pastoral en el Santuario de Nuestra Señora de Valverde.



ÚLTIMO HOMENAJE
Y ha sido precisamente en su última parroquia en donde Don Luis fue despedido el pasado 13 de enero. Hasta allí se desplazaron numerosos rostros conocidos, así como empleados del Grupo Lezama, la Fundación Iruaritz Lezama y de la comunidad de Santa María la Blanca, pero también, muchos vecinos del barrio de Montecarmelo que tanto pateó Don Luis junto a su hermano, para rendirle el último homenaje.
En el velatorio se vio a políticos como Luis Planas, Elena Salgado, Joaquín Almunia, Alberto Ruiz Gallardón, Enrique Barón, Rodolfo Martín Villa o Íñigo Méndez de Vigo. Tampoco quisieron dejar de despedirse de Don Luis el magistrado Javier Gómez de Liaño o empresarios como Juan José Güemes, Francisco López Canís, Fidel López Álvarez, Antonio Pulido o la vicerrectora de Cultura y Políticas Sociales de la Universidad Pablo de Olavide, Laura Gómez-Ruiz.




Por la tarde tuvo lugar la misa funeral, que estuvo presidida por el obispo auxiliar de Madrid, Juan Antonio Martínez Camino, y concelebrada, entre otros, por el cardenal Carlos Osoro, el obispo Jesús García Burillo; el nuncio apostólico, Bernardito Auza; y otro medio centenar de sacerdotes de las distintas diócesis con las que Lezama tuvo relación. Algunos de ellos de indiscutible relevancia social como el padre Ángel, presidente de Mensajeros de la Paz.
Un funeral al que acudieron, entre otros, el ex presidente del Gobierno de España, Felipe González y su mujer, Mar García Vaquero; José María Álvarez del Manzano; Pío García-Escudero, ex presidente del Senado; Cayetana Hernández de la Riva, concejala presidenta del Distrito de Salamanca o Juan Antonio Vega, alcalde de Chinchón. Junto a ellos, nombres destacados del mundo de la cultura como las escritoras Carmen Posadas y Julia Navarro, el periodista José Ribagorda o Plácido Domingo. Este último viajó expresamente desde Estados Unidos, y entre lágrimas dijo que “con la muerte de don Luis no solo perdemos un gran referente sino también a un amigo incondicional que siempre tuvo el corazón dispuesto a abrazar a todos”.
AGRADECIMIENTOS
Todos ellos pudieron escuchar al sucesor de Lezama al frente tanto de su sello empresarial como de su fundación, Jon Urrutia Palacio, quien ratificó su compromiso de “seguir trabajando con la misma pasión y dedicación que don Luis nos ha enseñado en proyectos que logren tener un poder transformador positivo en la sociedad y en la vida de tantas personas”.
Los allí congregados quisieron agradecer al sacerdote, escritor y empresario pero, fundamentalmente, al “incansable ser humano que siempre entendió su vocación y su vida desde el servicio a los demás”.
Su Santidad el Papa Francisco elogió “la riqueza de su ministerio sacerdotal y su fidelidad”. Por su parte, el presidente del Gobierno de España, Pedro Sánchez, en carta remitida a sus familiares, destacó que “su dedicación y entrega han dejado una huella imborrable que permanecerá como inspiración para las generaciones venideras”. El Rey Emérito, don Juan Carlos, también expresó su “profundo pesar por la pérdida de un buen amigo”. En esta misma línea, Julio Iglesias y Miranda Rijnsburger, transmitieron -vía telefónica- sus condolencias a su familia y colaboradores y expresaron su afecto a don Luis.
– “Montecarmelo le va a echar de menos, más de lo que se imagina”, nos dice un vecina. Don Luis llevó a gala lo de ayudar al más débil y son muchos los que han conseguido reconducir su vida gracias a él y otros los que hemos sido escuchados cada vez que le pedíamos ayuda”.