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Familias enteras ayudan a limpiar sus colegios

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Tras la gran nevada, el estado de los colegios de Sanchinarro, Las Tablas y Montecarmelo, dejaba entrever que iba a ser muy complicado que se reanudaran las clases a tiempo. Los servicios de limpieza no llegaban, por lo que muchas familias y vecinos, acudieron a la llamada de “arrimar el hombro” y echar una mano a los centros educativos. Oscar Canales, padre de alumnos de Las Tablas Valverde, es un ejemplo de todos ellos.

• “Mientras quitaba nieve del almacén de mi empresa, recibí un email del colegio pidiendo ayuda para limpiarlo. Sabía que para poder hacerlo necesitaríamos la ayuda de alguna maquina, así que se lo comente a mi mujer, luego al APA y rápidamente me llamo el director quien, muy contento, me dijo que llevara la excavadora. Fuimos esa misma tarde y nos pusimos a limpiar las aceras y pasos de cebra, que en algunos puntos había más de 50 cm de nieve acumulada. El sábado pensé que no iría mucha gente a ayudar, pero me quedé bastante sorprendido por la solidaridad de familias enteras. Todos se arremangaron, cogieron palas, cepillos y nos pusimos a limpiar. Al mediodía le dije al director que al ritmo que íbamos lo mejor sería pedir comida y que se quedara la máxima gente posible y así se hizo. Llegaron bocadillos, pizzas, tomamos un café y terminamos de limpiar todos los patios. Me gustaría dar la gracias a todas las familias que fueron, a los jardineros, mantenimiento, profesores, a Fernando el Director del colegio y sobre todo a José Ignacio Cuñado y a su mujer Laura, que nos ayudaron a traer la máquina y limpiaron las carreteras de acceso al colegio”, nos cuenta Oscar.

Pese a todos los esfuerzos, la Comunidad de Madrid decidió volver a retrasar dos días más el inicio de las clases, al 20 de enero, algo que en el caso de tres colegios de Las Tablas, los CEIP Blas de Lezo, Calvo Sotelo y Josep Tarradellas no pudieron hacer efectivo por motivos “de seguridad” relacionados con la nieve. Sin la ayuda de todos los voluntarios, -con docentes y directores a la cabeza-, que se personaron en sus respectivos colegios, seguramente, ninguno de los centros educativos hubiera podido abrir en tiempo sus puertas. ¡Vaya desde aquí nuestro reconocimiento a todos ellos!