María, Leo y Laura son algunos de los vecinos que se han acercado a protestar contra el BusRapid a las jornadas organizadas por la Asociación Vecinal de Sanchinarro. Hemos charlado con los tres para que nos expliquen los problemas que para ellos está ocasionando en el día a día la nueva línea de autobús.
– “Vivo cerca de la rotonda de la EMT, en la avenida Pii y Margall”, nos comenta María. “El primer problema que veo es nada más salir de casa por el garaje, al haber instalado dos semáforos seguidos, se ha convertido en una pesadilla y a veces, por el embotellamiento que se origina, no podemos ni salir. Estamos hablando de una de las zonas más conflictivas de tráfico por las mañanas, algo que se ha multiplicado por esos tiempos de espera que comentaba. Además, las paradas del BusRapid en ambos sentido se han instalado en la mediana y no es raro ver a adultos y sobre todo niños, salir corriendo y cruzar para no perder el autobús. Me parece muy inseguro”.
– ¿Lo has usado? ¿Qué beneficios ves a esta línea?
– “Sí lo he usado. Intento pensar en los beneficios pero no los encuentro. Si estás mal no vas a ir en este autobús al hospital, tampoco veo que sea más rápido que otros, y encima lo que más me duele es el dinero que se ha tirado, ya que esta calle se había asfaltado solo un par de meses atrás. Esta gran inversión que se ha hecho se podía haber empleado para un polideportivo, un mercado o algo que podamos disfrutar, pero no esto, y haber creado una línea que nos una con el hospital pero por el carril bus normal. La señalización es deficiente y compleja. A lo mejor los vecinos por simple rutina se lo saben, pero yo pienso en mis padres, mayores, que vienen con su coche y estoy convencida que acaban yendo por el carril del BusRapid”.
– Laura, ¿qué aportarías a lo dicho por María?
– “Somos vecinas y a lo que ha dicho ella añadiría la poca fluidez de circulación que hay ahora en las rotondas, sobre todo en hora punta, al separar los carriles para coches y para el BusRapid. Cuando tú quieres volver a girar en la glorieta se hace tapón. Luego los semáforos no siempre están coordinados. El otro día, estábamos parados para cruzar a pie, el del bus estaba en rojo, como el de los peatones, y el de los coches en verdes. Pero claro nosotros estábamos pegados al semáforo del bus, con lo cual los coches se paraban para que cruzáramos. Muy caótico y te da que pensar en qué pasará si cuando lo tengan en rojo piensen que está en verde y crucen”.
También en Pii y Marga, pero esquina con Isabel Clara Eugenia, vive Leo, quien no oculta su enfado por la instalación de la nueva línea.
– “Es un auténtico caos circulatorio. La cadencia de los semáforos es totalmente asimétrica, hay semáforos que duran cinco segundos para pasar de verde a rojo, imagina a las 9 de la mañana para llevar a los colegio. A este súmale que en la avenida Niceto Alcalá Zamora, que es la que conecta con la M40, por la mañana son miles los coches que vienen a Sanchinarro para acudir a las empresas de la zona, como el BBVA o Telefónica, y ahora al pasar desde el cruce con Ana de Austria de tres a dos carriles se forma un embudo tardando desde casa 25 minutos en llevar a los niños al colegio que está en esa zona. ¡25 minutos de un lado al otro del barrio! Además es aberrante y muy peligroso poner las paradas del BR1 en medio de dos carriles por el riesgo a atropellos. Yo creo que es la confluencia entre un proyecto totalmente fracasado, como es el Metro Ligero en nuestro barrio, que no da ningún servicio, ni rapidez, con este BR1 que es otro segundo producto que va a ser un fracaso total. Por no hablar del desmadre de gasto público que ha supuesto. Pagamos impuestos y que queremos proyectos eficaces”.