Después de un mes de incertidumbre y mucho esfuerzo, la Agrupación Deportiva Oña Sanchinarro puede respirar aliviada sabiendo que seguirá gestionando Instalación Deportiva Básica “Virgen del Cortijo” situada en Sanchinarro. Fue a mediados del mes de septiembre, cuando de manera sorpresiva la Junta del Distrito de Hortaleza sacaba a concurso la gestión de dichas instalaciones de fútbol, gestionadas hasta entonces por la Agrupación. La noticia dejó helada tanto a la directiva como a los cientos de jugadores y familias que componen el club.
– “Ha sido un proceso que nos ha mantenido en vilo, pero el esfuerzo ha valido la pena. Sabíamos que enfrentábamos un gran desafío, pero confiábamos en que nuestra propuesta reflejara nuestro compromiso con el barrio y sus familias”, nos comenta Pedro Hernández, presidente del club, conocido por todos como Perico.
– ¿Cómo os enterasteis del concurso?
– “Nos enteramos el mismo día que se publicó el concurso en el BOE. Fue un jarro de agua fría porque no lo esperábamos en absoluto. Teníamos un convenio en vigor, con dos años de duración y extensible a otros dos, y siempre hemos cumplido con nuestras obligaciones de gestión y reporte ante la Junta Municipal. Encontrarnos con esta situación de la noche a la mañana fue un golpe inesperado”, añade Ana, vicepresidenta del club.
Un convenio en vigor que no se ha respetado. A partir de ese momento, comenzó una carrera contrarreloj. Las fechas coincidían con el inicio de la temporada, lo que hizo aún más complicado “preparar un proyecto sólido y viable en tan poco tiempo”. Además, el diseño del pliego no ponía en valor el trabajo previo, que en el caso del Oña Sanchinarro es de muchos años, sino que se centraba en propuestas de futuro, lo que sumó presión al proceso.
– “Lo que más nos dolió fue la falta de aviso”, nos dice Perico. “Sentimos que no se valoró como merecíamos el esfuerzo y el impacto que hemos tenido en el barrio durante todos estos años. Nos vimos, de repente, enfrentándonos a la posibilidad de dejar a más de 650 jugadores y sus familias sin un lugar donde entrenar. Fue una carga emocional muy grande”.
Hay que recordar que el club ha sido parte del tejido social del barrio desde sus inicios en 1994, primero en Virgen del Cortijo y, desde hace casi 20 años, en la unión con Sanchinarro. Perder la gestión hubiera sido devastador, no solo para los jugadores, sino también para la comunidad que se ha formado en torno al fútbol.
– “Hemos trabajado durante décadas para ofrecer algo más que un deporte; hemos construido un espacio de integración, crecimiento y valores”, apunta Ana.
Y ha sido ese trabajo que llevan realizando desde hace años, independientemente de lo deportivo, lo que ha hecho que las familias hayan sido un pilar fundamental durante todo el proceso. Según Perico, “su apoyo fue incondicional. Entendieron la situación y confiaron en nuestro trabajo, lo que nos dio la fuerza para seguir adelante”.
Tras dos meses angustiosos, el pasado 5 de diciembre salía la resolución definitiva que confirmaba que la Agrupación Deportiva Oña Sanchinarro seguirá gestionando la instalación durante los próximos cuatro años. La emoción que sintieron Perico y Ana en particular, y el club y sus familias en general fue inmensa.
– “Fue un gran alivio y una alegría enorme”, comenta Ana. “Sabíamos que habíamos presentado un proyecto sólido, realista y centrado en las necesidades de nuestros jugadores y del barrio, pero hasta que no llegó la confirmación, la incertidumbre estaba ahí”.
Ante la pregunta de si había un plan B en caso de no ganar, Perico sonríe y responde con humor: “Volver al campo de tierra… aunque, sinceramente, con las dimensiones actuales del club, eso hubiera sido inviable”.
– ¿Qué hace diferente al Oña Sanchinarro?
– “Nuestro enfoque integrador y social. No solo formamos deportistas; formamos personas. Nos preocupamos por el bienestar de nuestros jugadores y jugadoras, más allá del deporte. Creemos que esa visión es lo que realmente nos hace únicos”, contesta tajantemente Ana.
Ahora, con el proyecto aprobado, el club mira al futuro con entusiasmo y compromiso.
– “Es el momento de consolidar todo lo que hemos logrado y seguir construyendo un club que sea referente en el barrio”, concluye Perico. “Queremos demostrar, una vez más, que somos mucho más que un club de fútbol”.