Vecino, 20 años
Hablar de ocio y Sanchinarro es para echarse a reír. Llevo viviendo aquí diez años y pretender que la juventud se divierta sin salir del barrio es de traca. Cuando eres niño, el parque es perfecto, según creces tiene un pase, pero las charlas en los bancos llega un momento que aburren. Critican a los jóvenes por hacer botellón, pero es el propio barrio el que te impulsa a hacerlo porque no hay nada de diversión, ni futbolines, ni discotecas o pub con música, nada.
Peleas o riñas en la calle siempre ha habido, pero era un barrio tranquilo. Ya machetes y armas blancas como se está hablando desde hace unos meses, no. Algo está pasando y creo que todos deberíamos reflexionar: las familias para saber quién tienen en casa; los jóvenes para no coger el camino equivocado; la propia policía para protegernos; y, sobre todo, los políticos para poner freno.
Vecina, 16 años
Aunque no tengo un miedo excesivo, sí reconozco que he cambiado un poco los hábitos después de los últimos acontecimientos. Si en lugar de ir al instituto sola andando puedo ir en grupo, mejor. Intento también llegar a casa con luz y si veo algún grupo que me llama la atención por algo raro, lo evito. Esto no quiere decir que Sanchinarro no me dé seguridad, sino que prefiero tomar medidas y evitar zonas. En mi pandilla digamos que hay cierta intranquilidad o preocupación. Esto no quita que debería haber más presencia policial que para mi gusto brilla por su ausencia salvo que pase algo.
Respecto al ocio para jóvenes en el barrio o es deportivo o es inexistente. Desde luego si a alguien le da por abrir algo enfocado a la gente de entre 14 a 20 años se forra.